Acompañamiento

Acompañamiento Individual

Una forma de referirse al coaching es diciendo que es un proceso de acompañamiento. Esto significa que el proceso de coaching es estar al lado de la persona, no estar delante guiando, ni detrás, empujando. Está al lado, ayudando a observar a su alrededor.

Las características de ese acompañamiento incluyen la ausencia de juicio en dos sentidos. El primero, que el coaching no juzga los pensamientos ni acciones de la persona. No valora si lo que dice o hace está bien o mal, sólo  acompaña a averiguar cuál es su auténtica opinión.

En una sesión de coaching se acompaña a descubrir un mundo propio sin que el tuyo interfiera.  La ausencia de opinión también se ve reflejada en la ausencia de directividad. La persona coach no sólo no opina sobre lo que cuentan , tampoco opina sobre lo que debe hacer. No aconseja, no guía, no instruye.

Como coach, da igual cómo estés de convencido/a de que algo es lo correcto, si estás ofreciendo un espacio de coaching es para qué él ande su camino, no el tuyo. Sin embargo, el coaching sí influye en el camino, porque mantiene su mirada en el futuro y en las soluciones.

Cuando la coach anima a la persona a mirar en una u otra dirección lo hace siempre priorizando el camino que hay delante, eso ayuda a descubrir sobre sus necesidades e intereses más que en sus problemas y justificaciones.